¿Qué es eso que llaman arte?
Una reflexión solitaria sobre el significado del arte. Las imágenes corresponden a obras del Museo Soumaya
HISTORIAS DE UN ESCRITOR
IsraelMR
10/18/20233 min read
Intenté prestarles la atención que ameritaban. los miré a los ojos sin decir palabra e incluso a los pies de alguno de ellos suspiré. Si hubieran tenido la cortesía de cobrar vida hubiéramos podido platicar enormemente, pero no hubo quien se dignara a tal oportunidad. Las palabras se quedaron em mí a regañadientes. Las escuche gritar en mi interior con la agonía del deseo ante un interlocutor pasivo.
Miré la muerte a los pies de una madre y también fui testigo de la desesperación de un tiempo que eligió permanecer sin quedarse. El llanto y el suplicio tomaron formas tan grotescas como espeluznantes, todo ahí, todo adherido a una crueldad sin igual. Sin embargo, a la vuelta de cualquiera de las múltiples esquinas también encontré el éxtasis. La belleza bajo la mirada mas fina y sutil, y "El beso", quizá también la caricia y el amor. Cada uno de ellos tampoco me hablo, pero no me hizo falta. Entre suspiros me conjugué con la luna y con la suavidad. Cuerpos yertos se desplegaron ante mi en su esplendor y pureza. Mejillas convertidas en fragancia y miradas de embeleso me acompañaron para rivalizar con el horror.
La vida convertida en instante se mantuvo ecuánime en su esplendor. Se mostró justo como es, vertiginosamente cambiante, implacablemente profunda y, quizá, fantástica.
El arte no es un concepto, es una realidad que se vive y que, frecuentemente, se deja ir. Un mundo fantástico lleno de realidades, pinceladas de dolor o sutiles trazos de pasión contenida, y muchos recuerdos. Ahí, en una compañía inmóvil escuché su caricia y suspiré en un beso, y miré de nuevo el universo a través de su mirada, y volé entre volcanes de fuego y colores de paz. De nuevo la miré sonriente y carmín, y traviesa. En silencio me dejé llevar por el sueño y entre mármoles tersos y pinturas apelmazadas nos miré avanzar con tal intensidad y soltura que entendí mi realidad en silencio.
El arte es la vida. Fotografías de las miradas que atienden y plasman. Manos expertas que comparten un poco más que lo común. Sueños vueltos realidad y pesadillas. El arte es mostrar, compartir, reflexionar, existir y en una de esas, también es soñar.
¿Qué hay atrás de todo eso? ¿Quién lo inventó? ¿Por qué? ¡Para qué?
Por momentos cada segmento de la realidad parece encontrarse de cabeza. Muertes, destrucción, pobreza, hambre, desconcierto, dolor... todo está ahí y es nefasto y luego volteo a el arte; mi lugar seguro, y resulta que ahí también está esa realidad. Miradas consumidas por el terror, por el odio o por el dolor permanecen perpetuas a ser salvadas de la agonía. Pesadillas convertidas en esperpentos de bronce que en su eternidad llevan su tortura. Caminé entre seres inanimados que, pétreos, me miraron sin chispar. Quizá alguno intentó tenderme la mano, quién va a saber...
Nos leemos en el siguiente texto...
